sábado, 4 de septiembre de 2010

Teofanía, Walter F. Otto (4)

Walter F. Otto, Teofanía (El espíritu de la antigua religión griega), Ed. Sexto piso, pp. 120-121 :
«Tampoco quiere saber nada del eterno valor del individuo humano y del alma individual. El sentido de sus revelaciones es que no hacen recordar al hombre la dignidad de su propio ser ni la interioridad profunda de su alma individual, sino aquello qque se halla por encima de la persona, lo inmutable, las Formas eternas. Hay un abismo entre lo eterno y los fenómenos terrenales, a los cuales pertenece también el hombre en cuanto individuo. El individuo no entra en el reino de lo infinito. Lo que Píndaro, en el espíritu de Apolo, inculca a sus oyentes, no es la doctrina mística de un más allá bienaventurado o desdichado, sino lo que distingue a los dioses de los hombres. Ciertamente ambos tienen la misma Madre primordial, pero fugaz y fútil es el hombre, y sólo los dioses perduran (Nem., VI, 1 y ss.). El sueño de una sombra, esto es el hombre; pero cuando incide sobre él un rayo del cielo, entonces resplandece en su luz y la vida está llena de gracia (Pít., VIII, 95 y ss.). La corona de la vida es la memoria de sus virtudes. No la persona, sino lo que es más, el espíritu de las perfecciones y creaciones vence a la muerte, y eternamente joven flota, llevado por el canto, de generación en generación.»

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