lunes, 1 de marzo de 2010

Shakespeare

Frances A. Yates, Giordano Bruno y la tradición hermética, Ed. Ariel filosofía:
«Estas imágenes de alabanza al amor son pronunciadas por el homónimo de Giordano Bruno, Berowne, en la comedia de Shakespeare Trabajos de amor perdidos. Una larga serie de autores, entre ellos yo misma, han sostenido que el personaje de Berowne es un eco de la estancia de Bruno en Inglaterra, pero ninguno de nosotros ha sabido qué buscar en tal comedia al no comprender en absoluto sobre qué tema podría estar hablando Bruno. Ahora me parece absolutamente claro que el discurso de Berowne sobre el amor hace referencia muy concreta al Spaccio della bestia trionfante, donde todos los dioes, en una de las constelaciones, se deshacen en alabanzas al amor. (...)
»Se impone, pues, un modo radicalmente nuevo de afrontar el problema de Bruno y Shakespeare. El problema es de una ntable complejidad y debe comportar el estudio, en relación con Bruno, de la profunda preocupación shakesperiana por emplear un lenguaje significativo, un lenguaje capaz de "apresar las voces de los dioses" -para usar una maravillosa expresión bruniana- que contrastara con el uso pedantesco y vacío del lenguaje. La imaginación de Shakespeare está preñada de caracteres mágicos, que muy a menudo parecen convertirse en vehículo de soluciones imaginativas a los problemas del mundo. ¿Acaso no fue Shakespeare quien creó la fiugra de Próspero, el inmortal mago benéfico fundador de un estado ideal? (Nota: se ha querido ver en Próspero una representación de la persona de John Dee. Tal vez sea cierto, pero tal como ya se ha indicado Dee y Bruno son dos variaciones sobre el tema renacentista de la magia y la cábala.) ¿Hasta qué punto la cncepción shakesperiana del papel del mago es deudora de la reformulación de Bruno acerca de tal cometido en relación a las desdichas de los tiempos presentes?»

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