viernes, 23 de julio de 2010

Filosofía antigua, misterios y magia, P. Kingsley (2)

Peter Kingsley, Filosofía antigua, misterios y magia, Ed. Atalanta, p. 298:
«Finalmente, Empédocles alude al vigor de un hombre muerto, que podrá ser retornado del Hades. Las palabras exactas del filósofo indican claramente que lo que tenía en mente no era sólo un tipo de invocación nigromántica, sino un descenso en toda regla a los infiernos para recoger el alma de un hombre muerto, del mismo modo que lo hacía un chamán. No resulta difícil entender por qué se ha pasado totalmente por alto la promesa que Empédocles hace en el último verso del fragmento arrinconado por Diels al final del poema cosmológico. La idea de retornar a alguien del mundo de los muertos, en el contexto de la moralidad griega más convencional, era casi impensable. Incluso para alguien como Asclepio, de naturaleza semidivina, una empresa así estaba condencada al fracaso. Es cierto que Orfeo poseía en un principio la capacidad para retornar a los muertos a la vida, pero, por influencia del moralismo griego, dicha capacidad fue suprimida, y su empresa , convertida en una trágica historia. Y, pese a ello, detrás de la supresión se esconde lo que fue suprimido: en términos generales se aprecian tanto las analogías formales y estructurales como los contactos históricos que acercan al tracio Orfeo a la tradición chamánica del Asia Central. Ignorar dichas conexiones o intentar excluir la palabra "chamán" de toda reflexión y discusión sobre la religión griega porque fenómenos del mundo griego sólo pueden explicarse empleando palabras griegas, no es sino perpetuar el mito de una Grecia antigua cerrada a cualquier influencia externa, cosa que los propios griegos jamás hicieron.»

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