Amadou Hampâté Bâ,
Kaidara (Cuento iniciático peule), Ed. Kairós, pp. 18-20:
«Porque Kaidara es nada menos que el dios del oro y el conocimiento.
»Como dios del oro, se encuentra, lo mismo que éste, bajo tierra, por lo que todo el viaje de los aventureros será subterráneo. Tendrán que atravesar las 114 capas correspondientes a 11 símbolos y 11 pruebas hasta encontrarse ante el espíritu sobrenatural que ha de concederles el metal sagrado.
»Metal regio que constituye uno de los mitos fundaciones el toda África Occidental, ¿cuál es la causa de que fuese esotérico mucho antes de que se le atribuyera un valor monetario? "Porque ni se mancha ni se oxida", porque es el único metal "que se vuelve algodón sin dejar de ser hierro" y porque "con un gramo de oro se puede confeccionar suficiente hilo fino como un cabello para rodear toda una aldea"; porque, en definitiva, "el oro es el soporte del saber, pero si confundís el saber con el soporte, éste os cae encima y os aplasta".
»En la máxima anterior, aparece claramente la asociación oro-conocimiento tal como se presenta en el dios Kaidara.
»Pese a que el oro atrae más a los aventureros que el saber, lo que caracteriza a Kaidara y determina incluso su aspecto es el conocimiento. Ese monstruo de 7 cabezas, 12 brazos y 30 pies aposentado en un trono de 4 patas que gira sin cesar es la estructura misma del mundo y del tiempo, con los 7 días de la semana, los 12 meses y los 30 días del mes; es el movimiento perpetuo de la tierra (¡que los peules descubrieron mucho antes que Copérnico!). Las 4 patas son los 4 elementos básicos, los 4 cataclismos que, según las predicciones, destruirán la tierra de los hombres.
»Conocimiento del orden cósmico, pero también del desorden: el dualismo en todas las cosas y el aniquilameinto de unos seres por parte de otros seres. Conocimiento de las leyes sociales, pero también de las psicológicas: cada símbolo que se encuentra en el camino de Kaidara corresponde a un tipo humano, con su lado positivio y su lado negativo. Los tres consejos dados por el propio Kaidara pretenden hacer imperiosas -sin desvelar su secreto- las leyes de la naturaleza y las de los ancestros. ¡Ay de los que no las respeten! Pero los conocimientos del dios del conocimiento son insondables y sin duda es por eso por lo que se le denomina "límite", pues supone en efecto el límite del conocimiento humano.»