
David Lynch, Atrapa el pez dorado. Meditación, conciencia y creatividad, ed. Mondadori, p. 107:
«Me han preguntado por qué, si la meditación es tan estupenda y proporciona semejante felicidad, mis películas son tan oscuras e incluyen tanta violencia.
»Hay muchísimas cosas oscuras en este mundo y la mayoría de las películas reflejan el mundo en el que viven. Son historias. Las historias siempre incluirán un conflicto. Tendrán subidas y bajadas, incorporarán el bien y el mal (...) Ahora bien, si dijera que estoy iluminado y que estoy haciendo cine iluminado, sería muy diferente»
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